Otro hito para la industria aeronáutica del Brasil
Embraer ha logrado
otro hito para la industria aeronáutica brasileña al poner en vuelo por primera
vez, el martes 02 de febrero, al prototipo del KC-390 desde la pista de la fábrica en Gavião Peixoto. El
vuelo duró una hora y 19 minutos y se llevó a cabo en un área al interior de
São Paulo.
Los controles de la
aeronave estuvieron a cargo de dos pilotos de prueba de Embraer, entre
ellos el Coronel de la Reserva de la Fuerza Aérea, Marcos Oliveira Lima, así
como dos ingenieros de vuelo de la compañía.
Testigos del primer
vuelo del carguero brasilero fueron: el
Teniente Brigadier del Aire, Nivaldo Luiz Rossato, Comandante de la Força Aérea
Brasileira; el Presidente de Embraer, Frederico Fleury Curado; el Vicepresidente
Ejecutivo de Negocios de Defensa y Seguridad, Jakson Medeiros de Farias
Schneider; el ex - Comandante en Jefe de
la FAB, Teniente Brigadier del Aire, Juniti Saito. A su turno, Nivaldo Luiz,
dijo: "El KC-390 será la columna vertebral de la aviación de transporte de
la Fuerza Aérea Brasileña. De la Amazonía a la Antártida, la flota de 28
aviones tendrá un papel fundamental para los más diversos proyectos del estado
brasilero, desde la investigación científica al mantenimiento de la
soberanía".
El KC-390, con sus 35,20
metros de largo y su capacidad de transportar hasta 23 toneladas de carga, es
el avión más grande que se haya desarrollado en Brasil. Más de 50 empresas
brasileñas participan en el proyecto, que cuenta con el apoyo de Argentina,
Portugal y la República Checa.
Primeras entregas en el 2016
El vuelo inaugural es
el inicio de la fase de prueba de los dos prototipos, y se espera que dure
hasta finales del año 2016 cuando empezaran las entregas. En mayo de 2014,
la Fuerza Aérea de Brasil firmó un pedido de compra por 28 aviones.
En la FAB, el KC-390 cumplirá
todas las tareas que realizan actualmente los C-130 Hércules, como el transporte
de tropas y carga, el lanzamiento de paracaídistas, así como la búsqueda y
extinción de incendios. Para ello, el avión debe ser capaz de aterrizar en
pistas no pavimentadas y operar en entornos que van desde el frío de la
Antártida al calor de la Amazonia. El uso de motores a reacción le
permitirá alcanzar una velocidad de hasta 870 km/h, en tanto que su predecesor
no vuela más de 671 km/h.
La bodega de carga tiene 18,54 metros de largo, 3,45 metros de ancho y
2,95 de alto. El espacio es suficiente para dar cabida a equipos de gran
tamaño, además de blindados, piezas de artillería, armamento e incluso aviones
semi-desmontados. El blindado Guaraní, por ejemplo, cabe dentro de la
bodega de carga del KC-390.
También puede llevar
80 soldados completamente equipados o 64 paracaidistas en una
configuración de transporte de tropas o 74 camillas, además de un
equipo médico, en una configuración de evacuación aeromédica. La
carga máxima de peso es de 23 toneladas. Como avión cisterna, el KC-390
será capaz de transferir combustible en vuelo a aviones y helicópteros.
Las 28 unidades para
la FAB se entregarán a lo largo de doce años, el contrato además prevé el
suministro de un paquete de apoyo logístico, que incluye repuestos y
mantenimiento.
Fuente:
Força Aérea
Brasileira
Imagen:
Força Aérea
Brasileira.
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