Superando la actuación de su primer vuelo
Impulsado por hidrógeno líquido el sistema aéreo
no tripulado Phantom Eye completó su segundo vuelo el 25 de febrero demostrando
capacidades que le permitan realizar misiones de inteligencia, vigilancia y
reconocimiento (ISR) durante cuatro días sin repostar.
Durante el vuelo, efectuado desde el Centro de
Investigación del Vuelo Dryden de la NASA con sede en la Base Edwards de la
Fuerza Aérea en California, el Phantom Eye alcanzó una altitud de 8.000 metros
y se mantuvo en el aire durante 66 minutos a una velocidad de crucero de 62
nudos antes de aterrizar. El
avión superó lo conseguido el año pasado durante su primer vuelo cuando voló a
una altitud de 4.080 metros y se mantuvo en el aire durante 28 minutos.
El Presidente de Boeing Phantom Works, Darryl Davis,
señaló que la combinación de los problemas geopolíticos y económicos hace que
las capacidades del Phantom Eye, sean muy atractivas para sus clientes a nivel global.
Boeing en
el desarrollo del Phantom Eye es ambientalmente responsable por cuanto su
sistema de propulsión, como subproducto, sólo genera agua.
Drew Mallow, Director del Programa del Phantom
Eye, dijo que el vuelo ha sido más exigente, demostrando con éxito las
capacidades del novísimo sistema no tripulado en cuanto a maniobrabilidad,
resistencia y aterrizaje.
Tras el primer vuelo, Boeing actualizó el software
y hardware de la aeronave, incluyendo mejoras al tren de aterrizaje, las cuales
han dado sus frutos en forma de un aterrizaje de ensueño.
El demostrador Phantom Eye es capaz de
transportar una carga útil de 450 libras con un rendimiento para un máximo de
cuatro días en altitudes de hasta 65.000 pies.
Fuente:
BOEING
Fotos:
BOEING
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